El interés hacia las redes alimentarias locales y la reconexión entre producción y consumo ha ido creciendo desde mediados de los años 80. El objetivo de relocalización va permeando las agendas urbanas y aumentan las investigaciones, propuestas y recomendaciones que plantean la importancia de la ordenación territorial. Sin embargo, ni el sector agrario ni los agentes que gestionan el territorio, perciben la componente espacial como un factor relevante.
Con el proyecto ArimNET DIVERCROP hemos analizado la zona de la Vega Baja del Jarama, trabajando, mediante metodologías participativas, con agentes del sector agrario, la investigación y las instituciones locales, así como con entidades de la economía social y movimientos sociales.
Los resultados constatan que hay en estos agentes un deseo y voluntad de recuperar la producción hortícola y ganadera y ligarla a los mercados locales, pero queda fuera de su imaginario el papel del urbanismo y la ordenación territorial.